Una lección para Pérez: para ser campeón hay que sumar puntos

Es sabido que al piloto que más admira el mexicano de la parrilla de la Fórmula 1 es Fernando Alonso, en su temporada debut, el mexicano vio las tomas a bordo antes de ir a los circuitos que no conocían y después de Mónaco tendrá otra cosa que aprender, que antes del resultado inmediato están los puntos conseguidos, pues la temporada es una carrera de fondo.

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La carrera que protagonizó Sergio Pérez fue muy similar a la de Silverstone del año pasado, compitiendo agresivamente tuvo que abandonar al encontrarse otro piloto igual de combativo. El año pasado fue contra Pastor Maldonado y este fue contra Kimi Räikkönen. Con ambos tuvo antecedentes, en el caso del venezolano fue en Mónaco y en China este año con el finlandés. Simplemente en un choque hay dos parte, y los dos son parcialmente culpables, aunque un tiene más que la otra.

En Mónaco 2013 la culpa va para el mexicano, pues Räikkönen iba cerrando la trayectoria desde que salió del túnel y el piloto de McLaren debió mantener la compostura e intentarlo en otra vuelta o quizás quedarse en quinta posición con 10 puntos para su cuenta y la del equipo.

El rebase en la Fórmula 1 se compone de tres tiempo, el primero es antes de la frenada, en el cual el piloto de adelante puede defender la posición con un movimiento siempre y cuando el de atrás no tenga sus ruedas delanteras al par de las traseras propias. El segundo indica que el perseguidor debe respetar la trayectoria del auto que desea adelantar y en el tercero indica que si el competidos consigue poner la punta del auto al nivel del habitáculo del perseguido, tienen que negociar la curva en paralelo.

Esto quiere decir que los rebases a Button y Alonso fueron correctos porque los dos pilotos campeones del mundo no cambiaron la trayectoria y por lo tanto las dos partes respetaron el espacio y las trayectorias. El tercer tiempo no fue alcanzado, pues ambos cedieron espacio ante lo estrecho de la pista. Pero con Kimi fue diferente, ya que el finlandés estaba todavía en el primer tiempo, es decir, cambiando la trayectoria defensivamente mientras el Sergio buscaba el espacio sin respetar la trayectoria del piloto de Lotus. No llegaron al tercer tiempo.

En primera instancia pensé que Räikkönen no había dado espacio a Pérez, pero no es así, pues el finlandés en todo momento fue cerrando el trazado, nunca abordó la línea normal de carrera, sino al contrario, se iba cerrando a la izquierda. Una muestra que el mexicano debió entender, pues no se iba a detener sólo porque él iba atrás. Para mí, Sergio Pérez tuvo la mayor parte de la culpa.

El origen de esta maniobra es el hambre de triunfo, atributo de todo piloto que quiere ser campeón del mundo. Corre para ganar y eso es lo que vimos. Estoy seguro de que el mexicano sabía que ese era el riesgo de su agresividad, al igual que Räikkönen al cerrarle el paso. Alonso y Button dieron espacio porque prefirieron perder un lugar que arruinar la carrera, justo como lo hicieron los protagonistas de la maniobra analizada.

Me gusta ver correr de esta manera a Pérez, mostró grandes reflejos en el rebase a Button, que no se deja amedrentar ni siquiera por Alonso, pero también que todavía debe madurar cuando intentó rebasar a Button. Para un campeón valen más los 10 puntos del quinto lugar que los 12 otorgados por legar cuarto. A fin de cuentas para Pérez lo malo no fue el choque sino los puntos perdidos, pues la seguridad de ambos competidores en ningún momento fue vulnerada.

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